La mujer empresaria avanzando hacia modelos de gestión sostenibles

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La Responsabilidad Social de la Empresa es una filosofía y visión empresarial que tienes a tu alcance para desarrollar tu empresa.

 

Tienes hoy en día el reto de liderar como empresaria la propia RSE de tu empresa y el desafío de saber que es multidimensional y transversal y que la medición de su retorno económico y su valor como activo intangible es condición indispensable para su impulso y desarrollo.

 

Tener implementado un plan de RSC en tu pequeña empresa o comercio te permite:

 

  • Adoptar una actitud diferente hacia a los negocios creando un modelo en donde los temas económicos, sociales y ambientales formen parte de tu visión empresarial.
  • Diferenciarte en un mercado competitivo en donde la percepción que tienen tus clientes, proveedores y resto de grupos de interés respecto a los logros sociales y medioambientales que consigues, por pequeños que te parezcan aportan valor a tu reputación.
  • Construir una imagen y reputación que beneficiará a tu empresa a la hora de la obtención de recursos a través de financiamientos.
  • Formar parte de la cadena de suministro de grandes empresas o de la administración pública y crear lazos comerciales de peso, ya que al adoptar buenas prácticas responsables obtendrás el reconocimiento de otras organizaciones.

Si asumes valores y actúas éticamente y de manera transparente y además lo comunicas estarás ofreciendo a tu público lo que cada día más reclaman en la actualidad.

 

En las últimas décadas ha surgido una nueva etapa denominada la “Sociedad de Riesgo”, una sociedad reflexiva que se convierte en autocrítica con sus actos y consecuencias.

 

Diversos estudios indican claramente que el consumidor, si puede elegir, prefiere productos o servicios social y ecológicamente responsables

 

Hay como una necesidad de compatibilizar la actividad económica, la social y la medioambiental (Triple objetivo / “Triple bottom Line”)

 

La innovación es también un aspecto clave para ser competitivas, una buena manera de aumentar tu competitividad es hacer las cosas de manera diferente a la manera tradicional, incorporando así el cambio como una constante en el funcionamiento de la empresa

 

Los valores que aportan las mujeres al trabajo son únicos y entre ellos reconocemos: empatía, generosidad, fraternidad, servicio. Estas cualidades, con imaginación y creatividad, se traducen en prácticas responsables y sostenibles.

 

¿Cuáles puedes ser esas buenas prácticas?

 

Hay diversas iniciativas, particularmente medioambientales que reducen gastos e improductividad, por ejemplo, aquellas que apuntan a la optimización de la capacidad energética, prácticas de reciclaje y buenas prácticas en tu lugar de trabajo

 

En el área laboral, iniciativas de salud, bienestar, conciliación de la vida laboral y familiar, igualdad de oportunidades y formación.

 

En el área social, donaciones en dinero o en especie a instituciones sociales, patrocinio de actividades deportivas, de ocio e inserción de ciudadanos con minusvalías.

 

Estos son sólo algunos pocos ejemplos.

 

El uso de las herramientas ofrecidas por la RSC puede ayudarte a incluir en tu agenda proyectos e iniciativas que lo encaminen en su andadura hacia un modelo de gestión sostenible.

 

En una época de dificultades como la actual, las buenas prácticas ligadas a la RSC pueden suponer una oportunidad para rentabilizar los esfuerzos que se realizan en ese sentido y una vía muy interesante para diferenciarte de tus competidores



CANDIDA DIANO PUCCI

Consultora en RSC y Desarrollo Sostenible
www.responsables.es @responsableEs

Responsables | Socia Amep